Cenamos en uno de los bares de la Calle Joaquín Costa. Al lado del casino, la avenida de detrás. Tienen menú los fines de semana, por 15 euros, está muy bien. Mi error pedir de segundo callos a la cántabra (igual que los madrileños), mojando pan y todo, por la noche tenía una sed tremenda, pero bueno, el vicio es el vicio. Esta zona esta muy animada para tapear y tal.
Bonito paseo por la noche disfrutando del aroma a mar. Paraditas en jardines de Piquío y por el paseo para disfrutar del aroma y el sonido del mar.
El sábado 18 salimos hacia Noja. Pueblo vacacional de la costa muy cercano a Santander, 40 kilómetros y 40 minutos poco más o menos. En esta pueblo hemos pasado algunas temporadas y veranos y tiene unas playas y paisajes magníficos.
Aparcamos en la playa del Ris, al lado de una escuela de Surf (cerrada) y una heladería. Hicimos el camino de la costa. Noja está enclavado entre las Marismas de Joyel y Victoria, Parque Natural de 7.000 hectáreas llenas de recursos naturales, flora y fauna. Es el humedal más importante del norte de España y una de las vías migratorias de aves más frecuentada de Europa.
La Ruta de la Costa de Noja es un pequeño paseo de 6 kilómetros en el que disfruta de todo el encanto y belleza de esta la costa. Transcurre desde la playa de Ris a la playa de Trengandín. La vuelta hay que hacerla por el mismo sitio, aunque se podría atajar por el pueblo no es muy recomendable, son urbanizaciones y edificios de apartamentos y la belleza del paseo no tiene nada que ver, además seguro que se dan más vueltas y más fácil perderse.
Las fotos puestas más arriba son todas de este paseo. Aunque todas las hice a la vuelta. Llevaba la cámara sin tarjeta por un olvido. Todo el camino esta plagado de pequeñas calas, pinares y miradores naturales perfectos para contemplar el mar.
Cenamos en Max Sports Café Santander (Web). Está enclavado en un sitio genial, con vistas al casino y en un pinar. Es un lugar concurrido y muy familiar. La terraza cubierta está bien, dentro, tienen dos pisos, con mucho ruido y muchas televisiones por todas partes. La primera planta es como un burguer, llena de niños y un ruido tremendo. Al final nos acomodaron en la terraza y bien. El tipo de comida como tirando a americana, con hamburguesa, costillas, patatas, y cosas así. Las ensaladas ricas.
Llegamos a la plaza y lo primero buscar la tarjeta de memoria, que compre en una ferretería/tienda de electrodomésticos enorme. La zona del casco antiguo esta llena de comercios y tiendas donde se puede encontrar cualquier cosa. Y por supuesto bares.
En la plaza había une especie de fiesta medieval, con juegos y gente disfrazada. Muy animado.
Restaurante los Peñones. Tienen todo tipo de comida, desde pescados y mariscos hasta hamburguesas. Bien de precio y correcto. Tomamos, por recomendación lenguado (medio kilo pesaba cada uno) y una ensalada.
Al terminar y para bajar el lenguado a su sitio dimos un paseo por Trengandín y regresamos al Ris de nuevo por el camino de la costa.
Salió un poco el sol. Estaba magnifico el camino y el mar. Por el camino pescadores. Con la subida de la marea el agua rompe con fuerza en los acantilados.
Los juegos de luces, brillos y claroscuros se merecen un fotógrafo más experimentado, pero hay lo que hay.
Los juegos de luces, brillos y claroscuros se merecen un fotógrafo más experimentado, pero hay lo que hay.
Hicimos el camino casi hasta playa Joyel, cerca del pueblo de Isla. A este pueblo se cruza con facilidad cuando la marea esta baja (mojándose uno hasta las rodillas, claro. Se pasa al lado de magnífico camping de Playa Joyel, donde hemos veraneado al menos tres veranos. Ya casi a la altura del coche, un helado y contemplación de una puesta de sol preciosa.
De vuelta a Santander quedamos con Joe y Marí Carmen. Pasamos un rato super majo hablando de nuestras cosas y tomando unas birras. Joe es muy aficionado a la fotografía y al lightroom. A ver si hacemos un "safari" un día de estos.
Cenamos en Max Sports Café Santander (Web). Está enclavado en un sitio genial, con vistas al casino y en un pinar. Es un lugar concurrido y muy familiar. La terraza cubierta está bien, dentro, tienen dos pisos, con mucho ruido y muchas televisiones por todas partes. La primera planta es como un burguer, llena de niños y un ruido tremendo. Al final nos acomodaron en la terraza y bien. El tipo de comida como tirando a americana, con hamburguesa, costillas, patatas, y cosas así. Las ensaladas ricas.
El domingo 19 empezamos dando un paseo por el Sardinero hasta La Magdalena.
En las playas del sardinera la vida fluye con su ecosistema particular, paseantes, perros, surferos.... La gente que juega a las palas con una destreza que a mi me parece imposible.
En la Magdalena, la playa con la isla de la Torre y la Escuela Cántabra de Deportes Náuticos.
En el minizoo que había aún quedan algunos animales, los marinos. Las focas, echando la siesta al sol, acompañadas de pinguinos y leones marinos. Antes en este miniZoo había más animales, leones, osos blancos y no me acuredo que más. Se los llevaron a Cabárceno.
Con sol y mejor temperatura disfrutamos de las vistas y el entorno. La foto siguiente está hecha a la vuelta desde los Jardines de Piquio.
En las playas del sardinera la vida fluye con su ecosistema particular, paseantes, perros, surferos.... La gente que juega a las palas con una destreza que a mi me parece imposible.
En la Magdalena, la playa con la isla de la Torre y la Escuela Cántabra de Deportes Náuticos.
En el minizoo que había aún quedan algunos animales, los marinos. Las focas, echando la siesta al sol, acompañadas de pinguinos y leones marinos. Antes en este miniZoo había más animales, leones, osos blancos y no me acuredo que más. Se los llevaron a Cabárceno.
Con sol y mejor temperatura disfrutamos de las vistas y el entorno. La foto siguiente está hecha a la vuelta desde los Jardines de Piquio.
Después salimos hacia La Maruca, estaba la marea baja, muchos coches y sin parar seguimos hacia la Playa Virgen del Mar .
La playa es pequeña pero muy bonita con dos orientaciones opuestas. Con la marea alta no debe quedar nada de playa, por un puente se pasa a la Ermita Virgen del Mar.
Comimos en el Bambara Tabern (Web). Es un sitio que parece un pub irlandes pero se anuncian como sitio con ambientación africana. Si, alguna lanza de adorno. Curioso. Comimos un menú del día 15 € que estaba muy bien, en una mesa al lado de una ventana viendo la costa.
La playa es pequeña pero muy bonita con dos orientaciones opuestas. Con la marea alta no debe quedar nada de playa, por un puente se pasa a la Ermita Virgen del Mar.
Comimos en el Bambara Tabern (Web). Es un sitio que parece un pub irlandes pero se anuncian como sitio con ambientación africana. Si, alguna lanza de adorno. Curioso. Comimos un menú del día 15 € que estaba muy bien, en una mesa al lado de una ventana viendo la costa.
Después de comer decidimos hacer caso a Marí Carmen y Joe, que nos recomendaron ir al Parque Natural de las Dunas de Liencres (Wikipedia). Antes de entrar en los límites del parque subimos con el coche un poco al monte La Picota. Se aprecian unas vistas preciosa de la desembocadura de río Pas (Ría de Mogro). Hacia la derecha es dónde comienza el parque natural de Liencres. Es un poco de pena el día, que también tiene su encano. En días claros se ven los Picos de Europa.
Por el camino tenemos ocasión de saludar a unas cántabras típicas, que se prestan, coquetas, a unas fotos (cuñada, es broma).
Es uno de los espacios protegidos del litoral cántabro. Está formado por calas y dos playas de gran belleza, una gran extensión de bosque de pino marítimo, y el sistema dunar. Detrás de la playa, se hallan las dunas, que entran en un magnífico pinar de gran tamaño.
Es uno de los espacios protegidos del litoral cántabro. Está formado por calas y dos playas de gran belleza, una gran extensión de bosque de pino marítimo, y el sistema dunar. Detrás de la playa, se hallan las dunas, que entran en un magnífico pinar de gran tamaño.
Se compone de dos playas, La playa Valdearenas es la más extensa, con casí 3 kilometros de arena dorada, fina y dunas. Es muy atractiva por su entorno agreste. La playa Canallave son 220 metros y es muy famosa para practicar surf por su fuerte oleaje y los fondos de arena.
Desde el aparcamiento hay un paseo por la costa, que siguiendo se puede llegar creo que hasta Santander, pero son unos cuantos kilómetros. Cuando empezó a anochecer dimos la vuelta a buen paso.
A la vuelta tiramos de guías en Internet para buscar los mejores sitios para comer rabas. En varios blog encontramos referencias de la Taberna la Radio (que lo conocemos y se come genial pero nos pillaba alejado), más céntricos, el Bar Cos en C/ Calderón de la Barca, 11 y el Bar Gelín en la C/ Vargas, 29. Decepción los dos cerrados. También leímos referencias de Las Hijas de Florencio, en el Paseo de Pereda, 23, y ahora si, este está abierto y nos tomamos una de rabas. Están buenas pero no. Ni de lejos las mejores de Santander (o ha caído mucho). Sin embargo el sitio, decorado muy tradicional es muy bonito y tiene carácter. Merece la pena una visita, mucho.
El lunes 21, recogemos y decidimos visitar alguna zona del sur de Cantabria / norte de burgos para acercarnos un poco a Madrid y aprovechar el día. Vamos a la zona de Polientes, capital del municipio de Valderredible. Está situada a 112 kilómetros de Santander. Es un bonito pueblo muy arreglado. Aquí comemos en la plaza en una terraza al sol. Como no, unas rabas. Aquí son como chopitos fritos. No tienen el sabor típico de las rabas pero están muy bien fritos y ricos. El cambio de clima al bajar hacia el sur ha sido muy notable. Hace para estar en manga corta. El paisaje parece más castellano que cántabro.
Es una zona con un montón de posibilidades y recursos, hay que volver. Llenos de pueblos y espacios y recursos naturales. Las dos fotos de abajo son de San Martín de Elines.
San Martin de Elines. En esta zona se concentraron poblamientos humanos desde los tiempos más primitivos. Durante la Edad Media se construyeron numerosas iglesias románicas, como la colegiata de San Martín de Elines (XII), que conserva restos de una antigua iglesia mozárabe en unos arcos del cementerio. Esta colegiata es uno de los exponentes más destacados del románico en Cantabria.
El ábside es una parte destacada de la colegiata, su estilo arquitectónico coincide con el románico puro de todo el conjunto. La ventana central esta orientada hacia la salida del sol, es una de las alusiones fijas del estilo románico hacia la figura de Jesucristo.
El aspecto exterior es una enorme roca de arenisca que más parece traída directamente de la Capadocia (Turquía). Tiene una puerta y dos ventanales en dos niveles que se abren al exterior. En el momento que estuvo habitado disponía de dos pisos.
El interior tiene una gran columna que en su momento servia de apoyo al entramado del suelo de madera del segundo piso. La planta tiene un ábside situado al este y un contra ábside orientado al oeste. En uno de los laterales hay una escalera excavada en la roca para subir al primer piso, era el lugar donde se encontraban las celdas de descanso de los monjes. En el piso bajo se encuentra un enorme arco de estilo mozárabe excavado en la roca.
La excavación de la roca se inicio en el siglo VIII y se fue ampliando con la llegado de monjes eremitas hasta el siglo X. la liturgia que empleaban estos monjes era la de los cristianos ortodoxos, separando la misa ante los asistentes por medio de una cancela.
Esta es una zona llena de iglesias rupestres. Sin duda volveremos. Ahora partimos hacia la provincia de Burgos, a visitar uno de los pueblos mas bonitos de España. Eso dicen muchas guías, veremos si es cierto. En todo momento hemos ido siguiendo el curso del Ebro, seguimos paralelos a el y nos introducimos en las llamadas Hoces del Ebro y Rudrón, perteneciente a la red de Espacios Naturales de Castilla y León. La vista se va haciendo más bonita, se van observando las paredes del cañón, cada vez más espectaculares.
Una de las formaciones rocosas más típicas son unas crestas que parecen dos camellos dándose un beso, entre los dos, se puede adivinar el mapa de África.
Aparcamos en la carretera, en un pequeño parking y nos dirigimos andando por la carretera hacia el pueblo (no sabíamos que pasando el pueblo hay otro aparcamiento más grande y cómodo). Nos quedamos literalmente con la boca abierta, cuando descubrimos la cascada que cae desde lo alto del pueblo de Orbaneja del Castillo, como ni siquiera nos habíamos preocupado de ver alguna foto o información no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar.
En Orbaneja del Castillo la combinación de sus espectaculares parajes naturales y una localidad que ha conservado su sabor popular, puedo afirmar que es uno de sitios más bellos del norte de España.
Y ya si, a Madrid. Atasco monumental, casi 5 horas para hacer los 300 kilómetros que nos separaban de Orbaneja del Castillo. Primero a la altura de Lerma por una avería y luego en Somosierra. Pero ha merecido la pena. Hasta la vuelta.
De guinda la foto del autor, que también tenía que salir.
Para ver más fotos aquí están todas, unas retocadas otras no, como los pimientos...
De guinda la foto del autor, que también tenía que salir.
Desde el aparcamiento de la playa de Valdearenas comienza un camino que recorre todas la costa hasta Santander. Merece la pena hacerlo, al menos una o dos horas, para disfrutar de las vistas y los acantilados que son preciosos e impresionantes. La puesta de sol, si el día acompaña debe ser una maravilla, aunque a nosotros se nos nubló un poco así que habrá que volver ;-)
ResponderEliminarPor cierto, me ha encantado el blog ;-)
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